Los exportaciones vietnamitas están aprovechando la pausa arancelaria de 90 días que decidió Estados Unidos para la implementación de nuevos aranceles a las importaciones, por lo que comenzaron a buscar soluciones a corto y largo plazo que permitan minimizar los posibles efectos negativos sobre sus envíos.
Para muchos expertos, este paréntesis es una oportunidad para reestructurar los procesos productivos y mejorar la competitividad en el mercado global.
Según la Asociación de Maderas y Productos Forestales de Vietnam (Vietforest), las exportaciones de esos rubros a Estados Unidos alcanzaron los 8,8 mil millones de dólares el año pasado, lo que representó más del 50% de los despachos totales del sector. A pesar de la moratoria temporal en los aranceles, las empresas siguen siendo cautelosas respecto al futuro y están buscando soluciones para mantener su posición en el mercado estadounidense.
Vietforest advirtió que si las empresas extranjeras, que representan casi el 70% de las exportaciones del sector, deciden abandonar Vietnam, esto podría tener efectos negativos sobre toda la industria.
Por su parte, Tran Van Hiep, vicepresidente de la Asociación de Anacardos de Vietnam (Vinacas), destacó que, aunque las exportaciones han disminuido en los últimos años, el país norteamericano sigue siendo uno de los principales mercados para ese semilla vietnamita, con un valor de exportación de aproximadamente 1,1 mil millones de dólares en 2024, lo que representa más del 21% del total de las exportaciones del segmento.
A pesar de los desafíos impuestos por los aranceles, Van Hiep aseguró que Estados Unidos continuará siendo un mercado clave para los anacardos vietnamitas, debido a la diversidad de la demanda. Por lo tanto, las empresas están trabajando arduamente para mantener este mercado y maximizar las exportaciones dentro de sus posibilidades.
En el caso de la industria cerámica, que representa alrededor del 70% de las exportaciones de Binh Duong al país norteamericano, la situación es similar. Vuong Sieu Tin, vicepresidente de la Asociación de Cerámica de esa urbe, informó que, aunque los aranceles sobre las cerámicas vietnamitas se han incrementado del 6% al 16%, las tarifas siguen siendo aceptables para las empresas.
Además, el vicepresidente destacó que, debido a la competencia limitada y la menor exposición a investigaciones por parte de Washington, el sector de la cerámica espera mantener tarifas arancelarias favorables.
La industria de frutas y verduras también está enfrentando retos. Según la Asociación de Frutas y Verduras de Vietnam (Vinafruit), las exportaciones a Estados Unidos representan entre el 9% y el 10% del total de los envíos del sector, siendo este el segundo mercado más importante después de China.
Sin embargo, las nuevas tarifas arancelarias que Washington impondrá sobre estos rubros vietnamitas podrían hacer que los productos sean menos competitivos frente a los de otros países como Tailandia, Malasia e India, que tienen aranceles más bajos.
Para enfrentar estos desafíos, las empresas están implementando una variedad de soluciones. Nguyen Thanh Binh, presidente de Vinafruit, señaló que las exportaciones de frutas y verduras al territorio estadounidenseaumentaron más del 60% en comparación interanual en los primeros meses de 2024, lo que demuestra el gran potencial de este mercado.
En este sentido, la asociación planea solicitar el apoyo del Gobierno para promover nuevos mercados y ayudar a las empresas con temas fiscales y financieros, incluyendo tasas de interés más bajas y períodos de préstamo extendidos.
Entre las medidas a corto plazo, muchas empresas están trabajando con sus socios para aumentar los envíos durante el período de retraso de los aranceles, con el fin de evitar un aumento de inventarios y tarifas más altas si las negociaciones fracasan.
De igual manera, las empresas de anacardos han acelerado sus exportaciones a Estados Unidos con un incremento del 30% en los envíos desde principios de abril en comparación con el mismo período del año anterior.
Además, las empresas están buscando fuentes de materias primas más asequibles, reestructurando sus costos para mejorar su competitividad y revisando los códigos de productos para centrarse en aquellos que podrían recibir preferencias arancelarias de la administración estadounidense. También están explorando nuevos mercados con potencial de crecimiento, como India, Corea del Sur, Japón y Europa.
A pesar de los retos, algunos empresarios consideran que la presión arancelaria, aunque difícil, ofrece una oportunidad para que las empresas vietnamitas reevalúen sus capacidades y adapten sus métodos de producción para mejorar la eficiencia y competitividad.
En el caso de la cerámica, la creciente tensión arancelaria entre Estados Unidos y China podría beneficiar a Vietnam, al atraer a más clientes estadounidenses que buscan diversificar sus proveedores.
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