Estados Unidos continúa evaluando la imposición de gravámenes portuarios a buques construidos en China y a líneas navieras chinas que operan en sus puertos, lo que ya comenzó a generar efectos en la industria de construcción naval. Según fuentes del sector, ExxonMobil canceló recientemente una orden para construir dos buques de abastecimiento de gas natural licuado (LNGBV) en un astillero chino, según reportó The Chosun Daily.
Aunque ExxonMobil no ha comunicado oficialmente los motivos de la cancelación, analistas del sector vinculan la decisión a la incertidumbre regulatoria y a la posible entrada en vigor de estos gravámenes. Navieras con flotas compuestas en gran parte por buques de origen chino estarían revisando sus estrategias de aprovisionamiento como medida preventiva.
De concretarse una caída en las órdenes hacia astilleros chinos, constructores navales de Corea del Sur y Japón podrían beneficiarse. En 2023, China representó el 51% de las entregas globales de buques, seguida por Corea del Sur (28,3%) y Japón (15,4%). Ante el escenario actual, el interés por buques construidos fuera de China muestra señales de crecimiento.
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