A varios meses de su inauguración oficial, el Puerto de Chancay comenzó operaciones con cuatro servicios navieros, incluida una ruta directa a Shanghái que permite reducir el tiempo de movilización a 23 días. Desde su apertura el 14 de noviembre, ha movilizado cerca de 60.000 contenedores y busca consolidarse como un nuevo eje de comercio entre Sudamérica y Asia. Sin embargo, el avance del proyecto enfrenta dificultades logísticas y una creciente atención internacional por su potencial estratégico, reportó La República.
Entre los principales desafíos se encuentra la limitada conectividad terrestre con Lima y el Callao. De los cuatro proyectos viales priorizados por la Autoridad Nacional de Infraestructura para integrar Chancay con el norte de la capital, solo uno ha mostrado avances concretos. A esto se suman retrasos en obras clave como la vía Chancayllo–Chancay y el par vial del Serpentín. Esta situación afecta la eficiencia del transporte de carga hacia y desde el puerto.
Además, el área que rodea a Chancay carece de un Plan de Desarrollo Urbano aprobado. Aunque existe una propuesta técnica, el documento continúa en revisión debido a conflictos entre distintos niveles de gobierno. Esto impide la habilitación de más de 7.000 hectáreas con potencial industrial, y limita la atracción de nuevas inversiones privadas.
Frente a este panorama, se creó la Autoridad Nacional Autónoma para el Desarrollo Estratégico del Terminal Portuario de Chancay. No obstante, su rol se ha centrado en la ejecución de obras específicas sin abordar los problemas estructurales de gobernanza e institucionalidad señalados por diversos especialistas.
La guerra comercial
Mientras tanto, el contexto internacional añade una capa adicional de complejidad. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han reavivado el debate sobre el papel de Perú en medio de estas dinámicas. Si bien el Ministerio de Comercio Exterior afirmó que el Tratado de Libre Comercio protege al país de impactos directos, analistas reconocen que la presión geopolítica podría incrementarse si se percibe a Chancay como una plataforma clave para los intereses chinos en la región.
Aunque se descarta un escenario de intervención directa, persisten interrogantes sobre el equilibrio que Perú deberá mantener entre sus vínculos comerciales con Asia y su histórica relación con Estados Unidos. Actualmente, el 20% del comercio exterior peruano se dirige al mercado asiático, mientras que EE. UU. sigue siendo un socio principal, especialmente en agroexportaciones.
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