Su foto de perfil en LinkedIn la muestra con un casco de seguridad rosado, no como ‘fashion statement’, sino como una declaración de poder: ‘las mujeres podemos’. Sí, porque para Ilyia Espino de Marotta, administradora adjunta del Canal de Panamá, ser mujer y vestir de rosado no debe ser un impedimento para perseguir una carrera en la industria marítima, que tradicionalmente ha sido liderada por hombres tanto en lo operativo como lo ejecutivo. Por eso, la segunda a bordo del Canal de Panamá conversó uno a uno con la directora de Contenidos de TOC Events World Wide, Rachael White, como parte de la conferencia TOC Américas Virtual Expo a la cual MundoMaritimo asistió como media partner exclusivo.
Desde enero que Espino de Marotta asumió el segundo cargo más importante del Canal de Panamá siendo, además, la primera mujer en ostentar este puesto, también cuenta con el puesto de Chief operating officer Canal de Panamá. "Podemos -y debemos- hacer los mismos trabajos que los hombres. No debemos tener miedo de cometer errores o pedir ayuda, el trabajo en equipo es clave para construir nuestro camino en el mundo corporativo y en áreas tradicionalmente lideradas por hombres", comentó la ejecutiva que aboga por la incorporación de mujeres en puestos de trabajo que se identifican como exclusivos para hombres.
El viaje de una ingeniera
La conversación con Ilya Espino de Marotta fue la última presentación de TOC Américas Virtual Expo, pero no por eso la menos importante… el discurso de la ejecutiva puso sobre el tapete la importancia de diversidad, inclusión y desarrollo de talentos de manera equitativa dentro de la industria. "Siempre tuve curiosidad por el mundo marino, era muy fanática de Jacques Cousteau, e incluso fui becada para estudiar biología marina en la universidad, pero el campo laboral en aquella época no era el mejor en Panamá. Entonces pensé ‘soy buena con los números y podría estar cerca de los botes’, así que decidí ingresar a estudiar ingeniería marina. No estaba buscando embarcarme, pero sí quería trabajar con naves, reparándolas, construyéndolas, diseñándolas, ese tipo de cosas. No me arrepiento de mi decisión y desde el primer momento ingresé al astillero del Canal de Panamá donde estuve aprendiendo por más de 4 años. He crecido en mi experiencia de ingeniería durante más de 30 años. No había muchas mujeres, además de los roles tradicionales de secretaria. Cada vez que me movía de cargo había poca presencia femenina y siempre era yo la primera mujer en ocupar el cargo. He sido muy afortunada de haber aprendido de hombres y poder abrir camino para nuevas mujeres en el futuro, especialmente en posiciones gerenciales", cuenta la ingeniera.
Modelo a seguir
"Mi mayor logro profesional ha sido liderar el programa de expansión del Canal de Panamá. Es el trabajo soñado para cualquier ingeniero, fue como volver a los inicios de la construcción del canal. Fue la obra más grande el país y haber sido parte de ese proyecto que creó 40 mil puestos de trabajo y haber podido contar con mujeres participando fue muy bueno", dijo sobre su mayor logro profesional. "Si pudieras dejar tu marca, ¿qué sería?: ‘definitivamente sería inspirar a mujeres para entrar en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Tengo un casco de seguridad rosado porque cuando llevaba cerca de un año liderando el proyecto de expansión del canal hubo comentarios de duda sobre si yo era capaz de llevarlo a cabo y compré el casco rosado como declaración de ‘soy una mujer y puedo hacer esto’. El casco se hizo muy famoso, aunque esa no era la intención, pero le dio mucha visibilidad a mi puesto dentro de la organización y el rol que estaba desarrollando y esto ha llevado a muchas invitaciones para conversar con estudiantes universitarias y asociaciones de profesionales femeninas sobre cómo subir la escalera corporativa siendo una mujer en un ambiente tradicionalmente masculino. Entonces, si puedo inspirar a otras mujeres a perseguir carreras no tradicionales creo que es lo mejor que puedo dejar como legado’".
La industria marítima, infraestructura, maquinarias, son todas áreas tradicionalmente de ocupación masculina. "Lo más importante es tener confianza y humildad para aprender. Es un paso a la vez, tomará años de trabajo y dedicación y creo que hay que mostrar que se desea hacer un buen trabajo. Una buena reputación profesional abrirá puertas y oportunidades. Las personas verán qué haces y cómo lo haces y te tomarán en consideración, permitiendo que escales a posiciones de mayor visibilidad y responsabilidad. No temas cometer errores ni de entrar a campos desconocidos. En cada ocasión que cambié de cargo en el Canal no era experta, pero sabía que podía aprender. El trabajo en equipo y aprender de otros es fundamental. No temas pedir ayuda, asistencia y si tienes la actitud correcta lograrás grandes cosas. Tener confianza en la toma de decisiones también es importante para asumir cargos de mayor responsabilidad", dice la ingeniera.
Modelos a seguir abren caminos. "Desde hace unos 10-15 años ya he visto a mujeres abrirse caminos en puestos como capitanas, operadoras de locomotoras, incluso conductoras. Cuando se ofrecen cargos, no se hace de manera explícita, pero el anuncio está dirigido a los hombres; por lo tanto, las mujeres no se sienten incluidas en ese llamado. Una vez que se abre esa puerta el flujo comienza a aumentar. Ya tenemos mujeres en cargos técnicos y ya pueden optar a cargos gerenciales y eso es muy bueno para la toma de decisiones, porque a mayor diversidad hay mayores puntos de vista para enfrentar el problema y llegar a una solución".
Covid-19 en el Canal de Panamá
La conversación también fluyó hacia la tecnología, sus usos y las oportunidades que abre, como la posibilidad del trabajo remoto forzado por la pandemia. "Por primera vez, en el Canal de Panamá tenemos 12.000 personas trabajando desde casa. La tecnología te abre oportunidades para ser más creativo y productivo al facilitar tareas repetitivas que a veces ‘adormecen’ esa capacidad creativa. Al tener tecnología a nuestra disposición ganamos tiempo para hacer otras cosas de valor agregado”.
“Incluso con la pandemia, hemos tenido un buen año, en términos de tránsito y presupuesto. Vimos una baja en tránsitos entre mayo, junio y julio, pero desde agosto hemos visto un aumento hasta octubre. La pandemia ha puesto al Canal bajo presión y debimos mantener operaciones, pero congelamos obras, suspendimos todo lo que no fuera esencial y mandamos a todos los colaborades a casa, con lo que durante un par de meses estuvimos operando con cerca de la mitad del personal, considerando todas las medidas sanitarias necesarias. Es difícil hacer proyecciones aún sobre lo que será el real impacto de la pandemia”, comenta la ejecutiva. Una ronda de preguntas y respuestas en vivo finalizó la sesión.
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