El gobierno de Estados Unidos ha lanzado una nueva estrategia para reducir la dependencia del transporte marítimo chino y reforzar su propia industria naviera. A partir de una gracia de 180 días, comenzará a aplicar un esquema de tarifas progresivas a los propietarios y operadores de buques chinos que arriben a puertos estadounidenses, en función del tonelaje neto (NT) de las naves.
En la Fase 1 del plan, los cargos partirán en USD $50 por tonelada neta, aumentando cada año en USD $30, hasta alcanzar USD $140 por tonelada neta en 2028.
Esto significa que un buque de gran tamaño —como los portacontenedores de 13.000 a 15.000 TEUs que cruzan el Canal de Panamá— con un tonelaje neto aproximado de 80.000 NT, podría pagar hasta:
USD $4 millones por viaje en 2024 (con tope anual de USD $20 millones),
hasta USD $11,2 millones por viaje en 2028, con un tope de USD $56 millones anuales por buque.
Los operadores no chinos que utilicen buques construidos en China enfrentarán tarifas menores:
Desde USD $18 por tonelada neta (o USD $120 por contenedor descargado, lo que sea mayor),
Hasta USD $33 por tonelada neta en 2028.
Para un buque de tamaño similar al anterior, las tarifas serían:
USD $1,44 millones por viaje en 2024 (con tope anual de USD $7,2 millones),
USD $2,64 millones por viaje en 2028, con un tope anual de USD $13,2 millones.
Estas tarifas se aplicarán solo al primer puerto estadounidense en cada rotación del buque y se limitarán a un máximo de cinco tarifas por año por cada nave.
Una diferencia clave del plan es que los buques construidos fuera de China no pagarán estas tarifas, independientemente del país de operación o propiedad. Esto incentivará a las navieras a utilizar embarcaciones construidas en otros países para evitar los costos.
El plan también contempla una tarifa específica para los transportadores de vehículos:
USD $150 por unidad equivalente a un automóvil (CEU) en buques de construcción extranjera, lo que podría encarecer el precio de los autos en EE.UU., según advirtió el Consejo Mundial del Transporte Marítimo (WSC).
El WSC ha manifestado su preocupación por:
El impacto retroactivo de las tarifas,
El posible perjuicio a los exportadores estadounidenses, especialmente a los agricultores,
Y el hecho de que se penalicen los buques grandes y eficientes que mueven mercancías esenciales.
Para aliviar el impacto, EE.UU. ofrecerá:
Exenciones para buques de propiedad estadounidense o inscritos en programas de la Administración Marítima,
Una vía de exención temporal si los operadores se comprometen a adquirir buques construidos en EE.UU.
Además, la Fase 2 del plan comenzará en abril de 2028 y afectará al sector del gas natural licuado (GNL):
Un porcentaje creciente de las exportaciones de GNL deberá transportarse en buques construidos en EE.UU., alcanzando un 22% para el año 2047, con un periodo de transición de 22 años.
Con una industria marítima que mueve el 65% del comercio por mar de EE.UU., genera más de USD $2 billones anuales y sostiene 6,4 millones de empleos, estas nuevas regulaciones podrían transformar el mapa del comercio global en los próximos años.
Para una mejor experiencia, gire su dispositivo.