“Catalizando la cuarta revolución de la propulsión”, es el nuevo informe de la Cámara Marítima Internacional (ICS), que analiza diferentes opciones para ayudar a descarbonizar el transporte marítimo y lograr los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) establecidos por la Organización Marítima Internacional de las Naciones Unidas (OMI). Estos incluyen el uso de amoníaco, hidrógeno y baterías para impulsar la flota mundial, así lo informó la ICS en su portal.
El informe prepara el escenario para que los gobiernos respalden una propuesta de la industria de formar un fondo global de investigación y desarrollo de US$5.000 millones, para eliminar el riesgo de inversiones futuras. La ICS advierte, también, que si los gobiernos no apoyan la iniciativa de la industria de acelerar la I+D (investigación y desarrollo), se corre el riesgo de que se asignen de forma incorrecta billones de dólares de inversión, lo que imposibilita la descarbonización del sector.
Sin embargo, el informe señala que actualmente los combustibles sin carbono no están disponibles en el tamaño y la escala necesarios para impulsar la descarbonización. Si bien existen varios combustibles y tecnologías potencialmente prometedoras, con cero emisiones de carbono, las reducciones de emisiones solicitadas por la comunidad internacional y la industria requieren una gran cantidad de investigación y desarrollo, antes de que puedan volverse viables.
La situación representa un "iceberg financiero" para la industria, ya que la presión para regular las emisiones se está moviendo actualmente más rápido que la capacidad de las cadenas de suministro para mantener el ritmo. La Cámara Naviera cree que sin innovación y una ampliación masiva de la investigación y el desarrollo, existe un riesgo significativo de activos varados que afectarán a los estados nacionales, la comunidad financiera y la industria del transporte marítimo.
El transporte marítimo internacional es parte integral de la economía mundial y transporta aproximadamente el 90% de los volúmenes comerciales del globo. Actualmente, usa cuatro millones de barriles de petróleo al día, el 4% de la producción mundial de petróleo, lo que equivale a un tercio de la producción diaria de Arabia Saudita. La energía necesaria para impulsar un gran buque portacontenedores a través del océano en un solo día, es la misma que se necesita para alimentar 50.000 hogares.
Los armadores son muy conscientes de la necesidad de descarbonizar, algo que solo se puede hacer con el desarrollo de una nueva generación de tecnologías y nuevos combustibles de emisión cero. Es necesario desarrollar urgentemente nuevos combustibles, junto con nuevos sistemas de propulsión, embarcaciones mejoradas y una red global de reabastecimiento de combustible completamente nueva.
Combustibles alternativos
El informe examina tres combustibles alternativos: el amoníaco verde, combustible de baja emisión. La Asociación Internacional de Energía (AIE) señala que en 2070 se usarán 130 millones de toneladas para transporte marítimo, pero es menos denso que el petróleo, por lo que los buques tendrían que usarlo cinco veces más que lo normal. La producción de amoníaco tendría que aumentar en 440 millones de toneladas, más del triple de la producción actual, lo que requiere 750 gigavatios de energía renovable. Esto significa que el transporte marítimo por sí solo consumiría el 60% de la producción actual de energía renovable del mundo de 2.537 gigavatios.
El hidrógeno es otro combustible alternativo que no emite carbono, pero emite GEI en grandes cantidades durante su producción comercial; aun así, se han realizado investigaciones para prevenir el impacto. La densidad de este combustible también es baja y necesitaría nuevo sistema de abastecimiento de combustible. Su uso podría alcanzar los 12 millones de toneladas en 2070, lo que equivaldría al 16% de la demanda mundial de búnker marítimo en 2019 y al 16% del uso mundial de hidrógeno en la actualidad.
Las celdas de combustible y baterías tienen también el desafío en la descarbonización. Un portacontenedores típico requeriría la energía de 10,000 baterías Tesla S85 cada día. Por tanto, necesitaría 70.000 baterías para navegar solo en una semana. El informe de la Cámara señala que la energía eólica podría complementar los buques eléctricos para viajes de corta distancia, los únicos que serían viables, pero que podría cambiar con una mayor I+D.
El secretario general de ICS, Guy Platten, dijo que "se requiere un salto cuántico en la tecnología descarbonizada similar al cambio de vela a vapor hace más de un siglo, para lograr los objetivos actuales de reducción de CO2 del transporte marítimo. Sin embargo, no tenemos el mismo lujo de tiempo para transformarnos".
También agregó que "este informe arroja algo de luz sobre las posibles soluciones que deberán adoptarse, si queremos alejar a la industria del transporte marítimo de los combustibles fósiles. Pero la realidad es que las empresas necesitan un fondo centralizado que pueda catalizar una intensa inyección de inversión en I + D para impulsar proyectos. Sin él, no vamos a lograr un envío sin emisiones.
"El fondo de I + D propuesto conducirá a la introducción de buques de cero emisiones en el sector marítimo para 2030 y más allá. Por lo tanto, instamos a la OMI a respaldar la propuesta, que tendrá beneficios tan amplios para el transporte marítimo y el sector del transporte mundial en general", recalcó el Secretario General de ICS.
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